Es sorprendente lo rápido que pasa el tiempo. Pasan el colegio, la universidad, los amigos, las parejas, nuestro primer trabajo, luego otro. Y así. Se nos pasa la vida entera. A veces estudiando algo que no nos llena, trabajando en lugares que no aportarán a nuestro crecimiento, estando con gente que no merece la pena.
Al menos yo me cansé de eso. Me cuesta mucho reconocerlo pero perdí mi tiempo en trabajos que, por el miedo a estar cesante, solo me aportaron dinero. Era infeliz. Tenía plata para ir al cine pero estaba angustiada 9 horas sentada en una oficina, sola. Negando por miedo que quería dedicarme a otra cosa, porque era demasiado cobarde como para apostar por mis sueños y hacer mi vida a mi manera. Descubrir que quería dedicarme a ilustrar fue muy revelador para mi pero no por eso un proceso fácil. Me negaba a aceptarlo pues no era lo que los demás esperaban de mi. Y quién pensaba en mi?
Si miro para atrás veo que igualmente dejé muchas cosas buenas en el pasado: estabilidad laboral, seguridad en muchos sentidos. Pero siento que estoy cada día más cerca de donde quiero estar. Aunque tenga que lidiar con la ansiedad que produce, les aseguro que vale totalmente la pena.
¿A qué voy con todo esto? A que si realmente desean algo con todo el corazón, lo hagan AHORA. Cambiar de profesión, de trabajo, de ciudad? Lo que sea pero de verdad háganlo, se lo merecen.
Todo esto lo entendí hace un tiempo. A fin de cuentas, es darse la oportunidad de ser verdaderamente feliz, no creen?
¿Qué es lo que los hace realmente felices?
