El otoño ya está aquí



Amo el frío, odio el calor.

Creo que desde que tengo memoria me aburren los días de verano, transpirar como condenada, morir de sed, no soportar la ropa que llevo puesta. No, todo mal. Realmente detesto el calor. Sobre todo estos últimos años, es insoportable.

En cambio, el otoño me transmite paz. Puedo realizar las actividades que más me gustan sin problemas; tomar té, estar en casa, hornear algo rico, comer lentejas con zapallo, dibujar, usar chaleco, caminar sin terminar con insolación, etc.

Ni hablar de todo lo que trae consigo; tonos anaranjados y ocres, días nublados, viento ligero, la cantidad precisa de frío como para no morir de hipotermia, las hojas secas en el pavimento, poder usar mi abrigo favorito. Siento que la vida se desacelera un poco. Con lo rápido que avanza todo en estos días, esta época me da la posibilidad de detenerme un poco, tomar las cosas con más calma, planificar.

Mención aparte para la comida. En mi casa no somos de congelar comida de otras estaciones (como humitas o porotos granados) para disfrutar durante el resto del año, no señor. Vivan los productos de temporada! Amo comer, y de solo pensar en todo lo que puedo cocinar en esta época ya se me hace agua la boca. O díganme lo genial que es preparar un queque cuando hace mucho frío afuera. El lugar donde vivimos toma la dimensión de hogar, y me gusta pensar en la comida como una instancia para compartir con quienes más queremos.

Ojalá fuera otoño todo el año. No te vayas, quédate por siempre.

Jenoveva

Instagram